En la vida moderna, el estrés se ha convertido en un compañero frecuente. Ya sea por el trabajo, los estudios, la familia o simplemente el ritmo acelerado del día a día, muchas personas conviven con un nivel de estrés más alto del que deberían. Lo que pocos saben es que el estrés no solo afecta al sistema nervioso o digestivo, sino que también tiene consecuencias directas sobre la salud bucodental.
¿Cómo afecta el estrés a la boca?
Cuando estamos estresados, nuestro cuerpo reacciona liberando una serie de hormonas como el cortisol. Estas alteran el funcionamiento del sistema inmunológico, lo que puede favorecer la aparición de enfermedades bucodentales. Además, el estrés suele venir acompañado de hábitos perjudiciales como una mala alimentación, el tabaco o el descuido de la higiene oral.
Estos son algunos de los problemas dentales más comunes asociados al estrés:
1. Bruxismo
El bruxismo es el hábito inconsciente de apretar o rechinar los dientes, especialmente durante la noche. Es uno de los efectos más frecuentes del estrés. A la larga, puede desgastar el esmalte dental, provocar sensibilidad, dolor mandibular y dolores de cabeza. Si no se trata a tiempo, puede derivar en problemas en la articulación temporomandibular (ATM).
2. Enfermedades periodontales
El estrés crónico puede debilitar las defensas del cuerpo, aumentando el riesgo de infecciones como la gingivitis o la periodontitis. Estas enfermedades afectan a las encías y, si no se controlan, pueden llevar a la pérdida de dientes.
3. Boca seca
La ansiedad y ciertos medicamentos para tratarla pueden disminuir la producción de saliva, lo que da lugar a una sensación constante de boca seca (xerostomía). Esto no solo resulta incómodo, sino que también incrementa el riesgo de caries y mal aliento, ya que la saliva es fundamental para neutralizar ácidos y eliminar bacterias.
4. Herpes labial y aftas
Las defensas bajas y la tensión emocional pueden desencadenar brotes de herpes labial o la aparición de llagas dolorosas en la mucosa oral. Aunque suelen desaparecer solas, pueden ser molestas y repetitivas.
¿Qué podemos hacer para proteger nuestra salud bucal?
Desde Clínica Chela, recomendamos un enfoque integral. Además de mantener una buena rutina de higiene oral (cepillado tres veces al día, uso de hilo dental y enjuague), es fundamental cuidar nuestra salud emocional. Algunas estrategias útiles incluyen:
* Practicar técnicas de relajación como el yoga o la meditación.
* Dormir entre 7 y 8 horas diarias.
* Evitar el abuso de cafeína y tabaco.
* Acudir al dentista ante los primeros signos de desgaste dental, dolor mandibular o encías inflamadas.
Confía en tu dentista
El estrés es inevitable en muchas ocasiones, pero sus consecuencias no tienen por qué reflejarse en tu sonrisa. En Clínica Chela, estamos aquí para ayudarte a prevenir y tratar cualquier problema bucodental. Si sientes molestias o crees que podrías estar sufriendo alguno de estos síntomas, no dudes en pedir cita. ¡Tu salud empieza por tu boca!