Seguro que conoces a alguien que apenas va al dentista y nunca tiene caries, mientras que otras personas, aunque se cepillen a diario, parecen tenerlas una tras otra. ¿Es solo cuestión de higiene? La respuesta es no. La aparición de caries depende de una combinación de genética, saliva y hábitos invisibles que muchas veces pasan desapercibidos.
En Clínica Chela te explicamos por qué sucede y qué puedes hacer para proteger tu sonrisa.
La genética: lo que heredamos sin darnos cuenta
La genética influye más de lo que imaginamos. Algunas personas heredan un esmalte dental más fuerte y resistente, mientras que otras tienen un esmalte más poroso, lo que facilita que las bacterias se adhieran y produzcan caries.
También influyen factores como:
-
La forma y profundidad de los surcos de los dientes.
-
La composición de la saliva.
-
La respuesta del organismo frente a las bacterias.
Esto no significa que la caries sea inevitable, pero sí que algunas bocas necesitan más atención preventiva que otras.
La saliva: el gran protector natural
La saliva es uno de los elementos más importantes —y menos conocidos— en la prevención de caries. Su función es neutralizar los ácidos que producen las bacterias, limpiar restos de comida y ayudar a remineralizar el esmalte.
Las personas con buena cantidad y calidad de saliva tienen una protección natural extra. En cambio, quienes sufren sequedad bucal (por estrés, medicación, respiración bucal o deshidratación) tienen mayor riesgo de caries, incluso con una buena higiene.
Por eso, a veces vemos caries en pacientes que “hacen todo bien”, pero cuya saliva no cumple correctamente su función protectora.
Hábitos invisibles que marcan la diferencia
Más allá del cepillado, existen hábitos diarios que influyen enormemente:
-
Frecuencia de comidas: picar constantemente mantiene la boca en un ambiente ácido.
-
Bebidas azucaradas o ácidas, incluso las “light” o zumos naturales.
-
Cepillarse justo después de comer alimentos ácidos, lo que puede debilitar el esmalte.
-
Bruxismo y estrés, que generan microfisuras en los dientes.
-
Uso inadecuado del hilo dental o enjuagues.
Estos pequeños detalles, repetidos día tras día, pueden marcar la diferencia entre una boca sana y una con caries recurrentes.
No es suerte, es prevención personalizada
La clave no está en compararse con otros, sino en conocer tu propia boca. Cada paciente necesita un plan de prevención adaptado a su genética, saliva y estilo de vida.
En Clínica Chela realizamos un estudio personalizado para detectar riesgos antes de que aparezcan problemas, ayudándote a mantener una sonrisa sana a largo plazo.
Primera revisión gratuita en Clínica Chela
Si quieres saber por qué tu boca se comporta de una forma u otra y cómo prevenir la caries de manera eficaz, te invitamos a una primera revisión gratuita.
Pide tu cita en Clínica Chela y descubre cómo cuidar tu sonrisa de forma personalizada.
Tu salud bucodental empieza con un buen diagnóstico.










